Dormidos

Información sobre el cuadro en Artelista
Algunos duermen sobre el colchón de un supuesto éxito escasamente ponderado. Otros duermen con la seguridad de unos razonamientos no razonados. Muchos duermen con la certeza de unas creencias no contrastadas. Hay tantas personas que duermen entre semana y sólo despiertan el domingo para ver a su equipo de fútbol que no sé ni como definirlo. Existen políticos que deciden dormir indefinidamente a la espera de una victoria que dan por segura, no sé si despertarán pero si lo hacen ya no podrán huir de una pesadilla muy real que son incapaces de resolver. Algunos periodistas creen estar despabilados, sin embargo, escriben bajo la somnolencia que les provoca la subjetividad de su ideología o la línea editorial de quien les paga. Veo a diario como hay hombres que viven tan aletargados bajo los gases soporíferos de una relación de pareja que creen perfecta que no despiertan ni cuando su pareja les abandona. Miremos a esos padres cuyo orgullo por la supuesta excelencia de sus hijos provoca que no se desvelen con las señales de alerta hasta que el incendio ya es incontrolable. Observemos a esos amigos que un día se sorprenden de nuestra lejanía cuando llevan años disfrutando de un reposo que les ha impedido dedicarnos ni un minuto. Me fascina esa iglesia inmisericorde que pierde acólitos cada segundo mientras reside en un entorno onírico que tiñen de falso realismo reuniendo a jóvenes para alabarles. Y si todavía os queda cuerpo, podéis encolerizaros al presenciar como un tercio del planeta duerme plácidamente a la sombra de los mercados mientras los dos tercios restantes permanecen insomnes y esperan con el estómago vacío a que se encienda una alarma que parece nunca sonar.
Otros nacen con la maldición del desvelo constante, parecen llevar de serie un separador de párpados que, a imagen de aquel chico de La Naranja Mecánica, les impide abstraerse de la maldad, de la injusticia, de la mentira y del desatino global que les rodea. Entre estos, hay algunos que no pudiendo soportar la presión de la vigilia acaban cayendo en el sueño de la locura. Otros no sólo están atentos sino que además tienen la fortuna de poder dedicarse a cambiar las cosas aunque a menudo la poltrona les produce sopor y acaban formando parte de los durmientes. Los demás, escribimos un blog.
Aunque hoy, sólo me preocupas tú. Tú que según tu abuelo siempre fuiste de natural despierto, tú que has sido padre, madre, emprendedor y amigo, tú que mañana dormirás. Durante unas horas gozarás de la siesta más reparadora que jamás hayas tenido, tranquilo, relajado, ausente pero presente. Soñarás con tu amor, con tus hijos, con tus nietos, con tus amigos y con todos los que más que quererte, te amamos. Disfrútalo, nosotros estaremos allí vigilando tu sueño. Después, abrirás los ojos y descubrirás con tu corazón renovado todas las cosas nuevas que quedan por hacer, los viajes pendientes, los juegos infantiles, los paseos por la playa, las excursiones por el campo, los cuadros sin pintar... Tendrás un corazón renovado, sí, pero no mejorado, porque eso es imposible.
Ahora lo demás no importa, tú duerme que nosotros te esperamos despiertos.

PD: Jueves 22 de Septiembre. Ya estás despierto, tu valentía y buen humor en este trance serán imposibles de olvidar. Sigues siendo un ejemplo, hoy más que nunca. Te quiero, pero eso ya lo sabes.

Comentarios

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  2. Enternecedor amigo. Que a gusto y tranquilo me dejas además, y por muchos años

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