Seco

Ando seco, el ombliguismo que impera en nuestras vidas ya no me permite ocuparme de lo que me preocupa, tenemos aparentemente tantos problemas internos que ya no nos queda apenas tiempo de analizar lo que ocurre fuera de nuestras fronteras, entendiendo por fronteras los limites de la Unión Europea.

Informativamente Irak apenas existe, Afganistán se difumina, la hambruna en el Cuerno de África desapareció, la emergencia alimentaria en la región subsahariana del Sahel viene y va, no sé cómo siguen las cosas en Haiti ni cómo sobrelleva Palestina el nuevo gobierno de unidad nacional Israelí, tampoco tengo datos recientes sobre el expolio agrícola en Etiopía.  A veces oigo hablar de Siria o de Bahrein, pero sólo a veces, sólo cuando la crueldad ejercida sobre las poblaciones de estos países es lo suficientemente brutal y el material gráfico de los reporteros lo bastante explicito como para que alguien decida que el hecho es noticiable y merezca un hueco entre Primas y Primos. ¿Estallará un día la guerra civil entre Sudán de Norte y Sudán del Sur? Quizás pero sólo nos enteraremos de repente una mañana si se produce una masacre que sea visualmente impactante.

La influencia mediática es tal que mi cerebro empieza a estructurarse como un consejo editorial y ya hablo de las cosas con la misma vaguedad a que nos están acostumbrando. Ahora mismo, por ejemplo, he nombrado el Sahel y el Cuerno de África como entes geográficos difusos, pues no es así, contienen países, muchos países y muchas personas, repito, personas. En el primer caso una "pan-región" que se extiende de lado a lado del norte de África, cuatro millones de kilómetros cuadrados, lo mismo que toda la Unión Europea, el Sahel es Malí pero también Mauritania, Senegal, Argelia, Guinea, Burkina faso, Níger, Nigeria, Camerún, Chad, Sudán y Eritrea. Doce países - como los que componían la Unión Europea hace dos décadas - y millones de personas, así que hablar del Sahel y sus problemas alimentarios en general es por lo menos impreciso. El Cuerno de África es menos extenso geográficamente, la mitad que el anterior, pero igual de complejo humanamente, cien millones de personas repartidas en cuatro países, Somalia, Eritrea, Yibuti y Etiopía.

¿Por qué detenernos en una breve explicación geográfica y demográfica? Simplemente porque para resolver problemas debiéramos empezar por identificarlos con precisión, para saber qué hacer hay que saber de qué hablamos, o más bien de quién. Son, repito, mucho países, muchas culturas, muchas etnias, y muchos problemas, similares sí, idénticos no, aunque todos compartan la misma sequía y el mismo olvido. Ahora, la próxima vez que veamos la foto de un niño que padece ascitis causada por una desnutrición severa pensemos que tiene nombre, nacionalidad, familia y un gobierno propio. O mejor, imaginemos, dentro de 50 años, por ejemplo, a dos ciudadanos chinos que mientras toman un cerveza en Shangai se indignan con la foto de un niño "europeo" recogiendo basuras en un gran vertedero. Ellos nunca sabrán si ese niño es español, francés, polaco o estonio y por eso tampoco podrán definir qué tipo de ayuda concreta requiere ese niño, y eso que en este futurible sería más propio generalizar puesto que en nuestro caso, aparentemente compartimos una unión política, cosa que no sucede en las zonas a las que hoy me refiero.

Pido disculpas si he sacado a alguien de su letargo mercantil pero ya que la prima de riesgo parece haberse relajado hoy, he creído oportuno recordar que hay situaciones mucho más "arriesgadas" que las fluctuaciones del valor diferencial de una deuda aunque es cierto que nuestra caída también les influye negativamente a ellos. Por cierto, ayer rescataron frente a las costas de Almería una patera con 56 inmigrantes "Subsaharianos", jamás sabremos su procedencia exacta pero sí podemos intuir que a ellos no les preocupa nuestra situación económica tanto como a nosotros, en caso contrario no vendrían. Al mismo tiempo, puedo imaginar, que ayer por lo menos 56 personas "norsaharianas" arribaron a Suiza, Alemania, Estados Unidos o vaya usted a saber, para empezar una nueva vida pero en ese caso sí han sido todos identificados como ciudadanos de un país llamado España.

Sigamos pues trabajando los que aún podemos, por nosotros pero también por ellos.


Comentarios

  1. Cuánta razón tienes... Gracias por recordar lo urgente, además de lo importante...

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