Provocadores

Plaza de Tlatelolco - Octubre del 68
10 de abril de 1865: Era la Noche de San Daniel también llamada del Matadero. Cientos de estudiantes se manifiestan pacíficamente en la Puerta del Sol contra las políticas educativas del gobierno de Narváez y en apoyo del rector de la Universidad Central de Madrid que se había negado a cumplir las órdenes de destituir a catedráticos de la categoría de Salmerón o Castelar. Lo que debía ser una serenata divertida se convirtió en una batalla campal provocada por las órdenes de un gobierno autoritario a las unidades de Guardia Civil y ejército allí desplegadas. Por supuesto, las versiones oficiales hablarían de peligrosos subversivos pero basta reproducir un fragmento de La Iberia, diario liberal de la época, para hacerse una idea de lo sucedido:  "Ya puede Narváez escribir una batalla más en su hoja de servicios, puesto que en la Puerta del Sol dirija de gran uniforme la batalla contra estudiantes indefensos que tuvieron tranquilidad de sufrir las cargas a la bayoneta sin inmutarse y sin retroceder, en las cuales hubieran seguramente sucumbido, si los oficiales y los soldados hubieran cumplido al pie de la letra las órdenes que les daban, y no se hubieran detenido ante jóvenes, la mayor parte imberbes y todos indefensos. ¡Y estos Gobiernos se llaman Gobiernos de orden!¡Ah! ¡Lo que anoche presenciamos nos haría reír por lo ridículo, si no nos indignara por lo torpe y peligroso!". Tres años después caería el reinado de Isabel II, puede que esto fuese su preludio. Pero bueno, no importa, lo pasado, pasado está, al fin y al cabo, eran unos provocadores.

2 de octubre de 1968: Miles de estudiantes mexicanos aprovechan un año olímpico e internacionalmente revolucionario para mostrar su malestar en la Plaza de Tlatelolco o De las tres Culturas (curiosa ironía). La manifestación se salda con más de seis mil detenidos y un número aún indeterminado de fallecidos. Dijeron que eran insurrectos armados y que las fuerzas de seguridad actuaron en defensa propia. Tres décadas después, el gobierno mexicano tuvo que reconocer la verdad y pedir disculpas, ninguno de los estudiantes masacrados regresó de aquella plaza, hoy sus familiares deben conformarse con una jornada declarada de luto nacional. Pero bueno, no importa, lo pasado, pasado está, al fin y al cabo, eran unos provocadores.

16 de junio de 1976: Eran tiempos de apartheid en Sudáfrica, miles de estudiantes que debían ser extremadamente violentos, armados puño en alto con sus cánticos, se rebelan en Soweto (Johannesburgo) contra las políticas educativas racistas de un gobierno que pretendía acabar con una raza en general y su cultura e idiomas en particular. Las fuerzas de seguridad no tienen piedad y tirotean a la muchedumbre, mueren más de seiscientos jóvenes, muchos de ellos menores de edad. Pero bueno, no importa, lo pasado, pasado está, al fin y al cabo, eran unos provocadores.

Primavera de 1989: Decenas de miles de personas marchan contra una serie de reformas económicas y políticas emprendidas por Deng Xiaoping, líder de la dictatorial República Popular de China. De nuevo, estudiantes e intelectuales pretenden alertar de la peligrosa deriva hacía la que se dirige su país. Asistimos una vez más a la bochornosa propaganda de un régimen que pretende silenciar a su élite cultural por enésima vez en la historia, lo que debió ser un revulsivo para la modernización de un país se transformó en una sangría. Aún hoy, el hermetismo de aquel país nos ha impedido conocer con certeza el número exacto de víctimas, no sabemos si fueron decenas, centenas o millares de jóvenes. Quizá el único que lo sospeche con certeza sea José Luis Márquez, el único reportero internacional que permaneció en la Plaza de Tiananmen, los que hemos tenido la fortuna de escucharle hemos oído hablar de montañas de cadáveres. Pero bueno,  no importa, lo pasado, pasado está, al fin y al cabo, eran unos provocadores.

Invierno austral 2011: Salen de nuevo a la calle los estudiantes en Santiago de Chile, de nuevo demandan igualdad y mejora en las condiciones educativas y económicas y de nuevo son reprimidos salvajemente por parte de unas fuerzas de seguridad que quizá no hayan superado los tics de una feroz dictadura que también se llevó por delante a miles de jóvenes. Pero bueno, no importa, lo pasado, pasado está, al fin y al cabo, eran unos provocadores.

Otoño 2012: Y regresamos por fin a Espagna, a esta Espagna actual que nos cuesta reconocer porque hacemos caso omiso a su historia reciente y no tan reciente. Esta Espagna que debo escribir con "gn" para evitar la apropiación indebida de ideas de algún patán nacionalista de vaya usted a saber qué nacionalismo, porque mientras los de un lado nos roban la ñ, los del otro huyen de ella como de la peste. Esta Espagna en la que insultar a los maestros, a los alumnos, a los padres de los alumnos y a la inteligencia en general se ha convertido en un deporte nacional. Esta Espagna que nadie en treinta y cinco años se ha molestado en educar porque a nadie le interesó hacerlo por miedo a dejar de gobernar. Esta Espagna que se encamina a una rebelión estudiantil mientras un ministro con nombre de eructo rectifica exabruptos.

Y esto es lo que ha sucedido en tantos lugares, en tantas ocasiones, en tantos momentos. Y esto es lo que habrá de suceder, si seguimos consintiendo el menosprecio, burla, ninguneo y ultraje constante al que se somete a estudiantes y docentes desde ciertos escaños, rotativos, platós de televisión y estudios de radio. Porque llegará la rebelión  pero para entonces ya nos habrán convencido de que son unos provocadores. ¡Qué diantre! Nos habrán persuadido de que son terroristas que hay que combatir. Entonces justificaremos y apoyaremos una acción violenta contra una manifestación pacífica y seremos cómplices de una nueva tarascada que abochornará a nuestros descendientes. Pero bueno, puede que todos no cedamos, algunos seguiremos sin creer falsas coartadas y nos mantendremos siempre del lado de los provocadores.



PD: Pido disculpas por el chiste de mal gusto con el apellido del ministro, no quería decir lo que dije, imagino que las malas formas se contagian, espero que se acepte mi rectificación al igual que nosotros aceptamos las suyas.


Comentarios

  1. Excelente repaso, Álvaro, y un auténtico hallazgo lo del ministro regueldante... Abrazo,

    Pd. otra bonita estampa de juvenil rebeldía de la que luego todo el mundo se ha congratulado es la célebre del discurso de Mario Savio en las escaleras de Berkeley allá por 1964. Me da a mí que ya has mencionado este célebre momento en otra entrega. "Put your bodies upon the gears..."

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